Las ciudades en las que desarrollamos nuestra vida ya son el lugar en el que habita más de la mitad de la población mundial. Y eso no es todo, las cifras seguirán aumentando hasta alcanzar los más de 9.000 millones de personas que se estima que habitarán el planeta en los próximos 25 años. Una población que será más urbana que rural. ¿Los motivos? La migración de la población a las ciudades y el crecimiento de la misma.
Sostener la actividad que genera este volumen de personas requiere energía, lo que hace que aumenten los gases de efecto invernadero. A su vez, se pone más el foco en la optimización energética y en el cumplimiento de las políticas medioambientales. Pero no es el único reto al que se enfrentan las ciudades, también están la logística del movimiento de personas, la accesibilidad y la calidad de vida de los ciudadanos.
Por ello, se están desarrollando iniciativas que buscan acelerar el cambio en el ámbito urbano. En este artículo, te contaremos cuáles son esos aspectos principales de la Smart City. ¿Nos acompañas?
La revolución tecnológica ha llegado a las ciudades, haciéndolas más sostenibles, conectadas, optimizadas e inteligentes. Sin embargo, antes de entrar en detalle, queremos recordar cuál es su origen y evolución, así que ¡presta mucha atención!
La idea de las ciudades inteligentes surge a finales de los años 90, aunque no se consolida hasta la década de los 2000. En aquellos años, los gobiernos locales y las empresas comenzaron a experimentar con la tecnología para mejorar la eficiencia y la calidad de vida de los habitantes. Se hicieron grandes avances en la digitalización de los servicios públicos, como el transporte y la gestión de residuos, que empezaron a incorporar nuevas tecnologías, como la realidad aumentada, para mejorar la experiencia de los ciudadanos.
No fue hasta el año 2010 cuando el concepto se fue ampliando hasta el punto de referirse, en la actualidad, a la plena transformación de las ciudades mediante el uso de tecnologías digitales y la inteligencia artificial.
La historia de las Smart Cities no es reciente, se remonta a los años sesenta, cuando el urbanista y arquitecto Constantinos Doxiadis propuso la creación de las "ciudades eficientes", que se basarían en el uso de la tecnología para mejorar la calidad de vida de los habitantes. Doxiadis fue pionero en el desarrollo de modelos matemáticos y computarizados para el diseño urbano, y su trabajo influyó en el desarrollo de la teoría de la ciudad inteligente.
A mediados de los noventa, el término comenzó a utilizarse para describir una nueva forma de gestión urbana que se basaba en el uso de la tecnología para mejorar la eficiencia de los servicios públicos y la calidad de vida de la población. Poco después, se desarrollaron los primeros proyectos piloto de ciudades inteligentes en todo el mundo, y el concepto se convirtió en una tendencia global.
En la actualidad, se están llevando a cabo numerosos proyectos de ciudades inteligentes en todo el mundo, y se espera que el número de Smart Cities aumente significativamente en los próximos años.´
La inteligencia de las ciudades se ha ido desarrollando a lo largo de la historia, aunque no ha sido hasta hace unos pocos años cuando se ha comenzado a hablar de ellas como tal. A continuación, mostramos un breve resumen de su evolución:
Las ciudades inteligentes están conectadas al Internet de las Cosas (IoT), lo que les permite recopilar y analizar datos para mejorar la eficiencia y el rendimiento. Las tecnologías de las ciudades inteligentes incluyen soluciones de movilidad, iluminación, gestión de residuos, ahorro de energía y mucho más.
Las Smart Cities se caracterizan por la incorporación de las tecnologías digitales para mejorar la eficiencia de los servicios públicos y la calidad de vida de los habitantes. Estas ciudades inteligentes están conectadas a través de redes de datos, lo que les permite intercambiar información y tomar decisiones en tiempo real. Algunos de los aspectos más importantes de la Smart City son:
Recuerda esto: “Una ciudad inteligente es una ciudad en la que la gente puede vivir y trabajar de forma segura, saludable y sostenible".
La revolución tecnológica está transformando la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Las ciudades inteligentes son una consecuencia directa de esta evolución, y se están convirtiendo en el núcleo de nuestras sociedades modernas. Están conectadas, son interactivas y avanzan hacia la sostenibilidad.
Y no solo eso. También están adoptando tecnologías como el Internet de las Cosas, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para mejorar la eficiencia, la seguridad y la calidad de vida de sus ciudadanos. Mejoran el presente pensando en el futuro. Y transforman el concepto tradicional de la ciudad.
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