Centralizar la información y las actividades de una empresa es uno de los grandes objetivos de las tecnologías en la actualidad. CRM (Customer Relationship Mangement), portales web y ERP son tres ejemplos sencillos de cómo la tecnología está emergiendo para solucionar los problemas de acceso y gestión de la información con la que trabajan las distribuidoras y las comercializadoras eléctricas.
A lo largo de este post, queremos hacer dos cosas: contarte cómo puedes centralizar la gestión técnica y comercial de tu compañía, y plantearte cómo lo estabas haciendo hasta el momento. ¿Te apetece descubrir las nuevas formas de llevar a cabo estas tareas? ¡No te lo pienses más y acompáñanos!
La sociedad actual está viviendo la revolución big data, un fenómeno caracterizado por la sobreabundancia de información y el poder de los datos. Las empresas no están quedando al margen de este acontecimiento, de hecho, son las principales ‘afectadas’. El poder de sus datos no reside en la cantidad de información que almacenan, sino en la calidad y el valor de esta. Por ello, cada vez es más importante apostar por sistemas de gestión documental, CRM y otras soluciones que permitan englobar toda su gestión técnica y comercial.
La primera, hace referencia a las labores de transporte de energía eléctrica desde la red hasta los puntos de consumo u hogares, así como la gestión, la explotación, el mantenimiento y la reparación de las infraestructuras. La parte comercial de una distribuidora, sin embargo, está directamente relacionada con la actividad de las comercializadoras, quienes compran y venden la energía, y gestionan el pago final de la energía consumida, una tarea mucho más sencilla desde que se pusieron en marcha los contadores inteligentes.
Gracias a la centralización de los datos, las compañías eléctricas pueden disponer y consultar la información necesaria en cualquier momento, así como mejorar su consulta y disponibilidad por parte de las comercializadoras.
Existen sistemas de gestión comercial para las compañías dedicadas a la distribución eléctrica que han sido totalmente integrados con facturación electrónica, telemedida y telegestión. Además, también ofrecen portales web destinados a comercializadoras y usuarios finales. Gracias a este tipo de alternativas, las empresas pueden ofrecer información a medida, lo que facilita su actividad y mejora la relación con los clientes.
Los avances tecnológicos de los últimos 10 años nos han traído importantes soluciones a problemas y necesidades que influyen directamente sobre la productividad. Toda la información está centralizada y, por tanto, disponible. Puede que este sea uno de los principales retos a superar por las distribuidoras eléctricas este 2020, pues aunque la gestión comercial y técnica son dos partes distintas, están directamente relacionadas entre sí.
En definitiva, son dos vertientes destinadas a integrarse para ofrecer un servicio de calidad a los clientes finales. Un ejemplo de todo lo que te estamos contando es SyscomDOS, haz clic para conocer más cosas sobre este sistema.
A medida que las tecnologías avanzan y la sociedad va sumergiéndose cada vez más en su uso, las empresas han de ir adoptando nuevos sistemas de información. En este caso, la centralización de los datos ayuda a las distribuidoras a:
Todos estos beneficios hacen que las distribuidoras puedan avanzar en su proceso hacia la transformación digital.
En España, el mercado eléctrico está protagonizado, en parte, por las 5 empresas de distribución eléctrica más importantes: Iberdrola, Endesa, Naturgy (antes Unión Fenosa), EDP (Hidrocantábrico Distribución Eléctrica) y Viesgo. La mayoría de sus preocupaciones, salvo algunas excepciones, vienen de la optimización de los costes, ya que el Estado les otorga una retribución fija, además de tener que cumplir con la legalidad para evitar sanciones.
Hoy en día, parte del ahorro de costes de estas empresas viene directamente relacionado con la tecnología, ya que los sistemas de acceso, consulta y organización de la información están automatizados y son cada vez más inteligentes. Finalmente, todo esto se traduce en productividad, rentabilidad y eficiencia.