El consenso entre los políticos y los empresarios sobre la necesidad de la intervención pública en el fomento de la I+D empresarial es decisivo para nuestro país. Sin embargo, ¿con qué instrumentos cuenta la Administración Pública (AAPP) para fomentar la competitividad empresarial sobre la innovación tecnológica? ¿Qué tipo de medidas se han tomado al respecto? En este post vamos a contarte esto y mucho más, porque en Numenti prestamos atención al apoyo de la Administración Pública en I+D.
Pese a que las últimas noticias indican que España sigue a la cola de Europa en I+D, lo cierto es que es un país comprometido con la investigación y el desarrollo. Como señala Cinco Días, si nos fijamos en su crecimiento desde 2004, “vemos que se debe a la inversión de carácter privado”. Hace algunos meses, en un informe realizado sobre la materia, la cifra de la inversión en I+D coincide con los países que tienen menor tasa de desempleo registrada.
En países como Francia o Alemania se invierte cerca del 3% de su PIB.
Si algo hemos observado en esta materia durante los últimos 10 años, es que la inversión ha sufrido un importante descenso, especialmente a partir de 2009, coincidiendo con la crisis económica. Sin embargo, es importante que estos datos empiecen a cambiar para que el sector público aumente su inversión, más allá del sector privado.
El desarrollo de la economía necesita la inversión en la investigación y el desarrollo, pero todavía nos encontramos a una larga distancia de conseguir niveles como los de otros países europeos. Sin embargo, también es fundamental para los sectores productivos, no solo porque, a largo plazo, lograrán empresas más eficientes y económicamente viables, sino también porque resolverá las principales incertidumbres informativas de la sociedad.
La innovación tecnológica favorece el crecimiento de la productividad, así como los estándares de calidad y valor agregado en los productos y servicios. La inversión en actividades de investigación y desarrollo repercuten directamente sobre la generación de valor en el tejido empresarial, la creación de empleo, la internacionalización, las ayudas públicas y privadas, etc.
Los países que dedican más cantidad de recursos en este panorama, también son los que tienen mayor nivel de riqueza, lo que nos lleva a plantearnos dos cosas: la primera, que la innovación beneficia y enriquece a los países, y la segunda, que los países más ricos invierten en investigación y desarrollo.
No obstante, los modelos económicos ligados a la I+D son más resistentes cuando se sufre una crisis económica.
Durante los últimos años, hemos visto que el dinero destinado a I+D se ha aplicado en sectores como la automoción, a través de Agendas de Prioridades Estratégicas de I+D+i, dado el peso del sector en la economía española. Algunas de las medidas urgentes que se han tomado para impulsar la investigación y el desarrollo en España se han orientado hacia:
Un ejemplo de Investigación y Desarrollo en España, a nivel internacional, podía ser Bayer, quien ha incrementado su presupuesto de investigación y desarrollo. Nuestro país juega un papel fundamental en esta empresa porque se realizan estudios clínicos para productos en fase de desarrollo, fármacos, etc. Además, se están realizando importantes proyectos de investigación en sus centros, como la especialización en producción de medicamentos en cápsula blanda de la planta de Alcalá de Henares.
Otras inversiones han venido de la mano del vehículo eléctrico y el objetivo de aumentar su presencia. Sin embargo, antes de que se lleve a cabo, se necesita preparar a las ciudades para dotarlas de las herramientas necesarias para conseguir el nivel de electrificación necesario.
Otros proyectos se han enfocado en base a la electricidad y servicios flexibles para favorecer la penetración de las energías renovables, así como las redes de alumbrado público y la gestión inteligente de la administración pública.
La tecnología debe estar al servicio del ciudadano, y la Administración Pública (AAPP) tiene una gran responsabilidad en ello. De ella depende en gran parte la innovación en los municipios españoles. Es quien debe involucrar a los ciudadanos y conectar con ellos, quien debe mejorar los servicios que ofrece, etc.
Construir ciudades inteligentes no solo mejora la convivencia de la población, sino también la transparencia en la tramitación, la orientación hacia la sostenibilidad y el fomento de un modelo funcional y técnico colaborativo. Algunas de las medidas que se están llevando a cabo para dar el paso hacia las ciudades inteligentes vienen marcadas por algunas acciones puntuales como la optimización del alumbrado público con el fin de ahorrar energía y aumentar la seguridad, reducir los costes operativos.