Estamos en la recta final del año, y eso, de alguna manera, nos obliga a pensar en el futuro. ¿Qué pasará con las ciudades inteligentes? ¿Qué retos afrontan en 2022?
Las ciudades son microcosmos donde millones de personas viven, trabajan, se relacionan, crecen y sueñan. Desde hace siglos, han sido un entramado espectacular para la vida de las personas, pero también han adquirido el calificativo de ‘smart’ o inteligente para promover soluciones digitales orientadas a solventar las necesidades de la población sin poner en riesgo el ecosistema.
Esto incluye desde el subsistema urbano, económico, espacial, tecnológico y del entorno hasta el social, ambiental y de gobierno. No nos cabe la menor duda de que los avances tecnológicos están rediseñando nuestras ciudades de principio a fin bajo el paraguas de la sostenibilidad, pero ¿qué podemos esperar de las smart cities en 2022?
En Numenti, estamos preparados para contártelo.
Antes de pasar a la práctica, vamos a recordar qué significa el concepto de ciudad inteligente. Se trata de una ciudad que utiliza las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) como soporte para convertir sus espacios en más eficientes, sostenibles e innovadores. Su principal objetivo es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que viven en ella sin poner en riesgo los recursos naturales. Y para ello, se están desarrollando modelos de gestión de ciudades basados en la conectividad y el desarrollo tecnológico.
Han cambiado muchas cosas desde que Málaga, Barcelona, Madrid, Santander y San Sebastián comenzaron a dar los primeros pasos en materia de ciudad inteligente hace diez años.
Sin embargo, las ciudades inteligentes no solo incluyen nuevas iniciativas de crecimiento urbano, sino que también integra todas aquellas mejoras orientadas a la adaptación de los entornos actuales a modelos smart.
A poco que vivas en una ciudad como Madrid o Barcelona, veas la televisión, escuches la radio y estés al tanto de la actualidad, el concepto de smart city o ciudad inteligente no será nuevo para ti. Y aunque ya lo conozcas, no debes quedarte rezagado, ya que sus innovaciones no paran de crecer.
Hoy mismo vamos a contarte las últimas tendencias de las smart cities para 2022:
Puede que las carreteras inteligentes ya sean las mejores aliadas de los coches autónomos. Y es que el mundo del motor no deja de sorprendernos. En su lucha por la sostenibilidad, el desarrollo de coches inteligentes es muy prometedor en el entorno de la movilidad. No solo se habla de un futuro que sitúa al coche autónomo en el centro de la lucha contra la contaminación, sino también en la reducción de los atascos.
Madrid ha estrenado recientemente un nuevo Madrid Central con más parquímetros y el adiós a los coches sin etiqueta, como parte de su ordenanza sostenible. Entre 2022 y 2024 se contemplan las restricciones solo para los vehículos sin etiqueta que no estén dados de alta en la capital.
Hace un par de años, nos preguntamos si podrían aprovecharse las smart cities para mejorar la atención sanitaria. Y hoy solo podemos responder un rotundo sí. Según el informe McKinsey, “las ciudades inteligentes son actualmente plataformas infrautilizadas para abordar la salud. Los sistemas de monitoreo en remoto de pacientes tienen el potencial de reducir la carga de salud en las ciudades de altos ingresos en más del 4%”. No podemos obviar la crisis sanitaria del COVID-19, donde se han desarrollado herramientas GIS para hacer seguimiento de los contagios por zonas.
La atención sanitaria virtual sigue al alza incluso después de la pandemia.
La tecnología nos brinda innumerables ventajas, pero también nos expone a importantes riesgos si no tomamos las medidas necesarias. Las smart cities necesitan conexión. Y la conexión de los sistemas requiere ciberseguridad. Teniendo en cuenta que los sistemas informáticos pueden sufrir ataques cibernéticos, la ciberseguridad se ha convertido en la gran aliada de las ciudades inteligentes. Quizá, un ciberataque hace 30 años no tenía mucho sentido, pero en 2022, podría dejar a una ciudad entera sin suministro eléctrico, entre otras cosas. Por eso, deben implementarse políticas y medidas efectivas debidamente calificadas.
Las smart cities no tendrían sentido si no tuvieran un sistema de suministro de información alimentado, en gran parte, por las entidades locales. Gracias a la interoperabilidad, los datos abiertos pueden integrarse en cualquier sistema para facilitar su uso por parte de las organizaciones, tanto públicas como privadas.
Las ciudades disponen de multitud de servicios básicos para la vida diaria de las personas, como la recogida de basuras, los aparcamientos, la iluminación de las ciudades, etc. Las smart cities también están incorporando la inteligencia en estos servicios, de tal forma que ya existen contenedores y papeleras inteligentes que informan en tiempo real de su volumen de basura, control de iluminación para reducir el consumo y la contaminación, etc.
Málaga, por ejemplo, estableció un plan de movilidad basado en los siguientes ejes: plan especial de movilidad urbana sostenible, plan de seguridad vial urbano y red de carril bici y Málagabici.
Las smart cities no son un ente estático, sino un proyecto que evoluciona con las necesidades de la población. Recuerda seguirnos en nuestro blog para no perderte las últimas noticias de las ciudades inteligentes.