Este día va a ser diferente. Queremos que te sientes a leer este post tranquilamente porque da para reflexionar —y mucho— acerca de todo lo que estamos viviendo.
No solo atravesamos una pandemia mundial, también vivimos sus efectos. O mejor dicho, no solo es el COVID-19, sino una larga lista de retos, cambios y transformaciones que nos obligan a evolucionar para estar en consonancia con la sociedad y sus necesidades.
Si la Administración Pública ya estaba dando pasos de gigante hacia la transformación digital antes de la pandemia, ahora lo hace a toda velocidad. En lugar de ver historias sobre dónde y cómo estábamos hace un año, vamos a recordar cuáles han sido los cambios producidos en la Administración como consecuencia del coronavirus.
¿Nos acompañas?
¿Qué ha cambiado? Vamos a responder la gran pregunta haciendo un breve repaso de las principales consecuencias derivadas del COVID-19 en las AAPP. ¡No te pierdas ningún detalle!
La popularidad del trabajo en remoto ha venido marcada por su desmitificación. Seguro que has leído muchísimas noticias, gráficos e investigaciones acerca de esta modalidad laboral en 2020 y 2021. Lo positivo es que no solo ha sido un salvavidas para miles de empresas, sino que se ha incorporado en el marco básico de la regulación de las AAPP. ¡Es una palanca de cambio! Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer, ya que seguimos anclados, en gran parte, en la presencia y la falta de confianza en este modelo organizativo.
Te invitamos a leer algunas noticias que reflejan el cambio en el teletrabajo en la administración: “230.000 funcionarios de la Administración del Estado podrán teletrabajar tres días por semana” (Cinco Días); “La regulación del teletrabajo para el ámbito público entra en vigor con 6 meses para su adaptación” (El Derecho).
La crisis del COVID ha desencadenado un efecto acelerador en la digitalización del sector público y privado. No solo se ha impulsado el salto al comercio electrónico, sino que la propia administración ha incorporado nuevas tecnologías para mantener informados a los ciudadanos, mejorar su atención, dar alternativas a la gestión presencial, etc. Queda claro que el canal digital es fundamental en la gestión pública.
Para adaptarse a este nuevo escenario, “se han implantado nuevas tecnologías que permiten a los trabajadores continuar prestando servicios públicos esenciales sin poner en riesgo la salud, se han habilitado procedimientos electrónicos para la ciudadanía y se han ampliado las líneas telefónicas de los departamentos más afectados”.
¿Es el COVID-19 una oportunidad para renovar el modelo de gestión? La respuesta es SÍ. ¿Y cómo puede ayudar eCiudadano a conseguir este objetivo? Te lo contamos a lo largo de este post.
Es una solución desarrollada para gestionar de forma inteligente la Administración Electrónica. El objetivo de eCiudadano es facilitar al máximo la propia implementación de la eAdministración en las entidades locales, asegurando el rendimiento a la inversión en el mínimo plazo. Esta plataforma integral está compuesta por los siguientes módulos:
En definitiva, eCiudadano permite afrontar una nueva era en la Administración Electrónica basada en 6 ejes:
¡No te quedes atrás!
Entre otras cosas, porque permite a la administración dar el salto a la digitalización del sector público. eCiudadano es una herramienta tecnológica que permite la gestión inteligente de la propia administración. Ahora que el coronavirus ha revelado lo importante que es contar con una Administración Pública Electrónica en nuestros días, es el momento de ponernos manos a la obra.
Tras la declaración del estado de alarma en marzo de 2021 por el COVID, ha sido más necesario que nunca abordar un entorno de crisis para seguir funcionando. En este contexto, la actividad en el canal digital ha sido fundamental, pero no todo el sector público estaba funcionando en el ecosistema electrónico. Vivimos en un mundo conectado en el que los ciudadanos interactúan en muchos aspectos de su vida. ¡Y cada vez más!
La situación excepcional generada por la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de desarrollar una Administración digital que pueda resolver los problemas y necesidades de los ciudadanos de forma ágil y eficaz. De esta forma, el principal desafío se encuentra en el desarrollo de unos servicios públicos digitales más proactivos, eficientes y digitales para los ciudadanos.
¡Ahora, no solo hay tecnología, sino también una voluntad de transformación!