La transparencia es el talón de Aquiles de muchas empresas en la actualidad. Es la encargada de aumentar la competitividad, por lo que las compañías deben asumir el compromiso y la responsabilidad de aplicar los principios de transparencia y buen gobierno en el ejercicio de sus actividades. Sin embargo, ¿cómo repercute este valor en la distribuidora eléctrica? ¿Es significativo en su relación con la comercializadora y sus clientes?
Vamos a compartir contigo cuál es el nivel de importancia de estas entidades y los puntos de mejora para garantizar un ejercicio transparente. ¡Empezamos!
Distribuidora eléctrica transparente, ¿por qué?
La cultura de la transparencia debe crearse desde todos los sectores sociales, incluido el energético. Una distribuidora eléctrica es responsable de transportar la energía hasta los hogares y no puede elegirse, ya que es asignada en función de la zona geográfica. Lo que sí podemos hacer por ellas es mejorar la calidad de sus servicios, invertir en tecnología y agilizar sus procesos. ¿Cómo? Invirtiendo en nuevas soluciones tecnológicas.
Su relación con las comercializadoras surge a partir de la liberalización del mercado eléctrico que tuvo lugar en 2009, cuando se prohibió a las distribuidoras la venta de energía y pasó a ser una actividad desarrollada por las comercializadoras, que se colocaron entre las distribuidoras y los clientes, actuando como intermediarias en el recorrido que hace la energía.
Es aquí, precisamente, donde debe fortalecerse la transparencia para que el servicio ofrecido a los ciudadanos no se vea dañado. Las principales funciones de la distribuidora de energía eléctrica son:
- Mantener las redes de distribución en las condiciones adecuadas con una infraestructura de calidad para que la energía eléctrica llegue hasta los inmuebles.
- Aportar a las comercializadoras y a la Administración la información requerida sobre el servicio a sus clientes, en el caso de las primeras, y sobre la retribución, en caso de la segunda.
- Analizar las distintas solicitudes de conexión a las redes de distribución gestionadas.
- Presentar los planes de inversiones anuales antes del 1 de mayo de cada año al propio Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
- Cuidar la calidad del suministro y mantener los equipos de medida.
- Ocuparse de las lecturas de los contadores y atender las solicitudes de las comercializadoras.
Estas tareas coinciden con las principales responsabilidades de las distribuidoras eléctricas. A lo largo de 2019, hemos visto cómo estas compañías han llevado a cabo algunas iniciativas con el objetivo de facilitar al cliente el acceso a los datos a través de una plataforma común que permite sacar el máximo potencial a los contadores digitales.
Cómo conseguir transparencia con comercializadoras y clientes
Acabamos de darte la gran pista. El lugar ideal para conseguir transparencia con comercializadoras y clientes son las plataformas de datos que constituyen un sistema de gestión comercial para las compañías de distribución eléctrica. Pueden estar integrados con telemedida, telegestión y facturación electrónica, ofrecer diferentes portales web para comercializadoras y clientes finales, etc. En definitiva, son un un lugar ideal para ofrecer información a medida y facturación. Este tipo de soluciones se están convirtiendo en alternativas modulares y escalables.
La relación entre las comercializadoras y las distribuidoras no puede fallar, porque, de lo contrario, surgirán numerosos malentendidos (errores en las facturas y en el servicio contratado, interrupciones del sistema, etc.). Es importante que cuiden la información que manejan en la continuidad del suministro (incluidos los datos necesarios para la elaboración de índices de calidad, los referentes al sistema de registro de incidencias, etc.).
El lugar ideal para gestionar todas estas tareas son los portales de gestión que están implantando las compañías eléctricas para agilizar y automatizar sus procesos. ¿Quieres conocer más información acerca de estas plataformas? Pregúntanos sin compromiso.
Clientes, distribuidoras y comercializadoras, el trío de ases decisivo en el mercado eléctrico.
La CNMC interviene en la transparencia de distribuidoras y comercializadoras
Este objetivo se ve finalmente reflejado en la calidad de los servicios. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) recoge todo lo referente al cambio de comercializador y la supervisión de los cambios del suministrador: “Somos responsables de la supervisión de los cambios de suministrador en los sectores de electricidad y gas natural, conforme a los principios de transparencia, objetividad e independencia”.
En este sentido, la transparencia se ha convertido en un elemento neurálgico de la nueva gobernanza, “y siendo conscientes de que el escrutinio al que han de someterse los responsables públicos frente a los ciudadanos no puede constituir un acto de fe, se ha desarrollado una herramienta que permitirá tanto a sujetos obligados por la Ley de Transparencia, como a cualquier espectador, conocer el grado de transparencia de sus instituciones públicas y demás personas jurídicas compelidas a cumplir la legislación referida”.
Este instrumento no tiene un efecto jurídico, no se custodian los datos y se deposita la confianza en la transparencia voluntaria. El espacio explica cómo ser más transparente mediante la implantación de medidas o divulgando información que ninguna normativa le exige.
Este medidor cuenta con 67 indicadores divididos en 5 grupos, y todos ellos ponderan exactamente igual (1 punto en caso de cumplimiento, 0,5 cuando hay un cumplimiento parcial). La transparencia no se agota en una norma con rango legal. Además, la propia CNMC contribuye en la transparencia voluntaria, ya que este espacio de innovación permite que cualquiera pueda explicar cómo contribuye a ser más transparente, implementando medidas o divulgando información que no le exige ninguna normativa.
Lo que la empresa distribuidora y comercializadora eléctrica busca con la transparencia empresarial es aumentar la confianza y la mejora de sus servicios, la relación entre ellas y la de sus clientes más allá del cumplimiento de las leyes. La gestión de una distribuidora o una comercializadora eléctrica exige un planteamiento ambicioso basado en un alto grado de transparencia.
